Las deducciones por vivienda habitual permiten a los contribuyentes reducir su base imponible en el IRPF. Si compraste tu vivienda antes del 1 de enero de 2013, puedes deducir hasta el 15% de las cantidades pagadas, con un límite de 9.040 euros anuales. Esta deducción incluye tanto el capital como los intereses del préstamo hipotecario.
Los autónomos pueden deducir una serie de gastos relacionados con su actividad económica, como el alquiler del local, suministros, material de oficina y gastos de transporte. Es importante conservar todas las facturas y justificantes para poder acreditar estos gastos ante Hacienda.
Las ganancias patrimoniales obtenidas por la venta de bienes, como inmuebles o acciones, deben declararse en el IRPF. Estas ganancias tributan a tipos progresivos que van del 19% al 23%, dependiendo del importe de la ganancia.
Las aportaciones a planes de pensiones permiten reducir la base imponible del IRPF, con un límite de 1.500 euros anuales. Esta reducción es especialmente beneficiosa para aquellos contribuyentes con rentas altas, ya que permite diferir el pago de impuestos hasta el momento de la jubilación.
Si vendes tu vivienda habitual y reinviertes el importe obtenido en la compra de una nueva vivienda habitual, puedes beneficiarte de una exención en el IRPF. Esta exención es total si reinviertes todo el importe de la venta, y parcial si solo reinviertes una parte.
En el mundo empresarial en constante evolución, contar con el respaldo de expertos es esencial para alcanzar tus metas financieras y comerciales.
Arnaiz Asesores © Todos los derechos reservados.
